Reseña sin saña: Sombras sobre Londres

13 noviembre, 2016 / no comments

En Amphora Games no paramos de probar mecánicas de juego diferentes y en esta ocasión nos lanzamos hacia el «movimiento oculto».  En esta mecánica, un jugador anota sus movimientos sobre el tablero en una hoja aparte, de forma que sólo él los conoce, mientras que el resto de jugadores deben intentar intuir qué movimiento ha realizado para planificar los suyos en consonancia.

De los muchos juegos con esta mecánica (como, por ejemplo, Capitán Sonar) decidimos probar el «Sombras sobre Londres», de Gabriele Mari y Gianluca Santopietro (editorial Devir). En este juego, uno de los jugadores encarna a Jack el Destripador que debe completar 5 asesinatos en el transcurso de 4 noches, mientras que el resto de jugadores (pueden ser hasta 6) serán los policías de Scotland Yard que tratarán de detenerle en su macabro intento.

Componentes

Aunque este juego no destaca por la fastuosidad de sus componentes (que no van más allá de tableros de cartón y un poco de madera) el diseño de los mismos sí que te transporta a la época de los hechos.  Fotos realistas de los policías con pequeñas biografías, facsímiles de cartas manuscritas en tinta encarnada y un tablero enorme proporcionan una ambientación adecuada.

Trae 5 peones de madera que representan a los policías, 2 peones marcadores con la silueta de Jack el Destripador, 5 peones representativos de las desdichadas víctimas y algunos marcadores más de madera y cartón.  Un set de 4 cartas de habilidades especiales, 5 cartones ovalados con los retratos de los policías y una libreta completan el plantel.

Sombras sobre Londres: detalle

Mecánica

El juego consta de 4 rondas y en cada una de ellas Jack comete un asesinato (excepto en la tercera, que comete 2).  Los policías tratarán de descubrirle para evitar que continúe acabando con más vidas.  En cada ronda, Jack coloca unos peones de víctimas sobre el tablero (que representa el distrito de Whitechapel, donde ocurrieron los hechos) y los policías colocan unos peones de patrullas policiales, siendo algunos verdaderos y otros, señuelos.  Jack puede decidir si asesina en ese momento o espera a un momento más propicio, en cuyo caso los policías pueden recolocar a las víctimas.  Esperar proporciona a Jack más tiempo en la fase siguiente, a cambio de una distribución menos ventajosa sobre el tablero.

Una vez que Jack decide matar, se revelan los verdaderos peones y se eliminan los señuelos, comenzando la caza.  El jugador que controla a Jack el Destripador realiza un movimiento secreto sobre el tablero anotando la casilla a la que se mueve. Deberá desplazarse desde el punto donde se ha cometido el asesinato, que es conocido por todos, hasta su guarida (conocida sólo por él y elegida al principio de la partida).  Jack dispone de un número de movimientos limitado a 15 , que se van marcando en el tablero.  Los policías podrán moverse por turnos e investigar en las calles, si investigan en un punto por el que Jack ha pasado se revela una ficha de «pista» que indica el lugar por el que el asesino ha movido con anterioridad.

De esa manera deberán intuir la dirección en la que se mueve el malhechor y el punto al que se dirige, pues siempre será el mismo en cada noche.  Si uno de los policías sospecha que Jack podría encontrase junto a él, puede decidir «practicar una detención» en lugar de buscar pistas, y si acierta se habrá terminado el juego declarando ganadores a los policías, pues se trata de un juego cooperativo.  Si Jack consigue completar todos los asesinatos y regresar siempre a salvo a su guarida, se alzará con la victoria.  Jack dispone de algunas fichas de ayuda, que le permitirán mover dos posiciones (carruajes) o atravesar los callejones (lámparas) un número limitado de veces.

Decisiones

He aquí la clave del juego, tener que tomar decisiones relevantes todo el rato.  Cada movimiento cuenta, ya sea de los policías o del asesino, y un paso en falso puede dar al traste con toda la estrategia.  Jack deberá decidir su ruta de escape, qué víctima asesinar o incluso realizar modificaciones a su plan inicial en función del cariz que tomen las investigaciones policiales.

Por su parte, los policías tendrán que intuir el camino que sigue el asesino para dilucidar la ubicación de su escondite.  Esto es fundamental pues Jack deberá refugiarse allí cada noche y conocer la ubicación aproximada puede ayudar bastante a la hora de planificar la estrategia de las rondas siguientes.

Interacción, rejugabilidad y escalabilidad

La interacción entre el jugador que maneja al Destripador y los policías es constante, pues los movimientos de unos dependerán de los movimientos del otro (o de los supuestos movimientos).  Por otro lado, los policías deberán hablar entre ellos constantemente para coordinar la caza, pero sin dar demasiadas explicaciones pues Jack está al loro de todo lo que se cuece.

En lo que respecta a la rejugabilidad, como los papeles de los policías y del asesino son radicalmente distintos, tendremos novedades extremas en al menos dos partidas.  A partir de ahí todo será darle más vueltas a lo mismo.  Sí, las ubicaciones de la guarida, las desdichadas y las patrullas serán diferentes, pero al final todo se reduce a encontrar el escondite para cortar la huida de Jack.  Después de un par de rondas ya vas vislumbrando dos o tres pautas que, si no las rompes, convierte al juego el algo puramente matemático (no las vamos a contar públicamente para mantener la emoción).  El juego trae algunas reglas opcionales y 4 cartas de habilidades que pueden ayudar a uno u otro bando, por si damos con algún Jack especialmente huidizo o algún poli tremendamente perspicaz, pero no añade nada nuevo.

Aunque el juego es para un máximo de 6 jugadores, en la práctica siempre están los 6 personajes representados.  Uno de los jugadores siempre controlará a Jack mientras que los 5 policías se reparten entre el resto de jugadores.  Así, si solo hay 3 jugadores, uno de los policías controlará a 2 patrullas y el otro a 3.  La diferencia es que si hay más jugadores será más difícil ponerse de acuerdo entre todos para planificar una estrategia común por lo que si hay más jugadores Jack lo tendrá más fácil para huir.

Conclusiones

Se explica fácil y se empieza a jugar en seguida. Nosotros hemos jugado con 6 jugadores, con un Jack sumamente analítico y algunos jugadores no excesivamente expertos en el bando de los policías.  Esto se tradujo en una elevadísima dificultad en la caza.  Aunque al final logramos atrapar al asesino, no fue hasta el último movimiento de la última noche, a solo una calle de su guarida, cuya ubicación conocíamos con bastante precisión. Aún así Jack consiguió matar a todas las desdichadas.  Nos pareció muy, muy difícil, algunos de los policías llegaron incluso a aburrirse pues se habla mucho y se hace poco.  Merece la pena probarlo si te va el análisis, pero está claro que no es un party game.

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